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EL GRAN PACTO

HI5

Por Chico Santamano.

Propongo un gran Pacto de Estado. Al menos un pacto del Estado Guionístico. En caso de que exista tal estado, claro. Incluso en caso de que exista la palabra “guionístico”.

No, no vamos a acordar llevarnos todos bien, dejar los egos en la mesita de noche, afiliarnos a ALMA o irnos de la SGAE cagando leches para meternos en DAMA como debimos haber hecho hace mucho tiempo. Propongo que hagamos un juramento de sangre. Vamos a hacernos una heridita en nuestro pulgar y ponerlo sobre el de los demás. No temáis a las venéreas. Somos guionistas, no actores.

Tras unas cuantas décadas haciendo ficción, ha llegado el momento de que nos comprometamos con nuestro público. De que nos miremos a los ojos y nos digamos “Hasta aquí hemos llegado. No lo vamos a hacer más”. Ha llegado el momento de desterrar algunas tramas de nuestras vidas profesionales.

Algunas de ellas nos dieron grandes momentos la primera vez que las vimos/escribimos, otras funcionaron las tres primeras veces que se usaron. A partir de la décima presentaron serios síntomas de agotamiento. Ahora que vamos por la trigésimo cuarta nos tienen hasta los cojones.

Por eso propongo la primera trama que deberíamos comprometernos a no usar NUNCA MÁS. Y la nominada es…
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HETERO SE HACE PASAR POR GAY

Sí, ya sabéis… A Juanito le gusta Juanita, pero se produce una entrañable confusión de identidades sexuales y ella cree que él es gay, pero todo se enreda tanto que él no encuentra el momento de decirle “No soy marica. Estoy por ti”. Por no hablar de que cuando está con ella, como es “inofensivo”, él se pone “to palote” viéndola cómo se cambia de ropa sin pudor alguno.

Nos encontramos ante un espécimen de trama TAN sobada, que ya no valdrían tampoco sus variantes. Ya sabéis… “Gay que se hace pasar por hetero”, “Lesbiana que se hace pasar por hetero” o incluso “Bisexual que se hace pasar por lesbiana transexual”.

Yo ya digo BASTA y espero que estéis conmigo. NO LA ESCRIBAMOS NUNCA MÁS.
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Venga, segunda propuesta. Hay otras tramas que deberíamos descartar no tanto por sobada como por “Esto no hay quien se lo crea. Desconecto el cerebro”.  Y la nominada es…
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SOY EL PROTA Y ME VOY

Especialmente molesta en series de televisión. Especialmente increíble en pilotos y primeras temporadas. No hablo de “Actor famoso que se pira harto de la serie que le ha dado la popularidad en la tercera temporada”. No.

Ya saben… En los primeros 10 minutos del piloto, la serie nos presenta al prota y su universo. Entiéndase “universo” como “los platós que tanta pasta cuestan construir y el reparto que se lleva anunciando con cuentagotas en Formulatv durante meses”. Pues bien, los guionistas pretenden que el espectador se crea que el prota va a dejar TODO ESO y se va a ir durante los primeros capítulos. Obviamente aparece el detonante de la trama principal que impide que nuestro personaje se vaya, pero por alguna razón la serie se empeña en insistir infructuosamente en “oye, que el prota se va, ¿Eh? Que se va”. YA.

¿Ejemplo más claro? Primera temporada de “The Killing”. ¿De verdad se creían que nos íbamos a tragar que la prota iba a dejar EL CASO por casarse diez estados más pa’llá? Se abusó de esa situación más que de su jersey con pelotillas.

Cada vez que las secuencias de esa trama a erradicar aparecen en un capítulo, mil neuronas se funden en los cerebros de nuestros espectadores porque nace muerta. Provoca desinterés máximo. Todos sabemos que el prota no se va, ni en ese capítulo ni 12 después, y por lo tanto no hay nada que pueda interesarnos menos.
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Y una tercera nominada…
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EL ABORTO

Se pueden contar con los dedos de una mano (y nos sobran unos cuantos), los ejemplos de abortos ficticios que han llegado a buen puerto. Ya saben… Prota que se queda embarazada y decide de manera tajante abortar… y aborta. ¡Casi nunca pasa!

Siempre, siempre, siempre acaba arrepintiéndose en la sala de espera de la clínica abortista. Ya sea porque por el camino ha visto a una feliz mamá columpiando a su precioso bebé o porque su señora madre le ha contado una lacrimógena historia de cuándo la parió a ella y vio por primera vez su carita de recién nacida.

Amigos, compañeros, guionistas en general… Si no tenemos huevos a plantear que una prota ABORTE… que no tenga dudas sobre interrumpir el embarazo. Porque en cuanto esa trama empieza, hasta el más tonto de nuestros familiares sabe que va a acabar teniendo el bebé.
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También podríamos hablar de esas situaciones imposibles que no tienen categoría de trama, pero que estamos hartos de ver como “me pongo de parto justo ahora que estoy en un atasco o en un ascensor estropeado” o “tía que para darle una sorpresita sexual a su cari, se presenta en casa con una gabardina y… OH, SORPRESA… no lleva nada debajo”. Para más inri la sorpresa siempre se la acaba llevando ella, porque el guionista siempre tiene “otro girito más que darle”, pero dejémoslo ahí.

¿Qué les parecen estas tres tramas para ir empezando? ¿Las desterramos por siempre jamás de nuestras vidas? ¿Se les ocurren más tramas? Los comentarios son vuestros. Proponed. Alcancemos un pacto. Jurémonos que nunca más las escribiremos. Que diremos que no a quien corresponda.

Como Tita Cervera, atémonos a nuestros ordenadores y gritemos “NO A LA TRAMA”.

21 comentarios en «EL GRAN PACTO»

  1. Jajajaja ¡Gran iniciativa oiga!

    Yo añadiría con carácter de urgencia la trama: “DUDAS PREBODA”
    Ya está bien de comedias románticas y series en las que abusamos continuamente del rollo novio/novia que justo un día antes de casarse siente una angustia vital y no quiere dar el paso, sólo para darse cuenta en el último momento de que lo que tiene es amor verdadero y sería estúpido dejarlo escapar…

    Los vehículos para dar forma a estas dudas también quedarían prohibidos, llámense antiguo amor que aparece en el momento más inoportuno o despedida de soltero que provoca una pelea entre los cónyuges.

    Y ya que estamos en la iglesia, añadiré que por favor nadie nunca jamás de los jamases vuelva a escribir una trama de amor prohibido con un cura o una monja de por medio o me tiro de cabeza contra la pantalla del televisor… #cansadosconDios

  2. No estaría de más que en comedias de enredo los protas adolescentes que necesitan dinero para la próxima gran fiesta, dejasen de vender aquel objeto que la madre nos acaba de informar que es el de mayor valor sentimental de toda la casa, y que llevan heredando desde ganeraciones. Por favor, no seáis tan subnormales. Y si sois unos cabrones, simplemente pillad unos billetes que son más parecidos los unos a los otros. Porque además si perdéis el reloj del abuelo, de mayores no podréis tener una trama tan chula como la de Butch en pulp fiction…

  3. -Trama de Drogas. Las drogas son guays hasta que el sobrino adolescente las coge por error de tu habitación y tiene un viaje que casi se muere y OH QUÉ MALAS SON.

    -Trama cita doble. Con lo que cuesta quedar con una tipa, como para creernos que se puede quedar con dos la misma noche. JA.

    Extra ball: No es tanto una trama como una escena, un diálogo:
    -“Pues sí hija mía, estoy muy contenta y orgullosa de que hagas eso tan rídiculo que no quieres hacer… pero dime, dime, ¿qué me querías contar antes de que te interrumpiese?”

    -“Nada mamá, que sí, que lo haré”

  4. Por favor, no mas conductores al volante que bostezan o se frotan los ojos en plan…”Hay que hacerle ver al espectador (que es subnormal y no entiende de casi nada) que esta criatura esta cansada y se va a quedar dormida en breve, con el consiguiente accidente/piñazo.”
    A esta se le sumaría la del secundario y/o protagonista a punto de pasar a secundario, que comienza a toser de manera aguda en un intento de trasmitir “estoy malito y mi tiempo de metraje va a finalizar porque voy a palmarla, pero tengo que avisar con el síntoma inequívoco y sonoro de todo moribundo: la TOS SECA. Inistón e infusiones de leche caliente con miel y limón para todos; inclusive el guionista. WTF!!!
    ¿De verdad hay que colgar esas premisas tan insulsas? ¿No podemos tener un accidente como Dios manda sin previo aviso? Habría que empezar a matar personajes sin necesidad de endosarles síntomas
    bronquiales, la gente no va a abandonar la sala de cine por eso. Lo juro.

    Muy buen post. Lo que viene a decir bajo mi punto de vista y lectura es que el espectador no es tonto, si le damos hamburguesas se las come, pero a la décima las aborrece/vomita/odia.
    Un abrazo a todos. Buen día!

  5. Coitus interruptus. ¿Qué pasa cuando dos personajes de una serie van a consumar su ‘amor’? ¿Sexo? No, puertas y más puertas que se abren. A ver, si no va a haber tema que cambien la escena. Es empezar una escena así, y lo único que piensas es en qué personaje será el encargado de interrumpir.
    El día que de verdad consumen, sí que será una sorpresa.
    Y está, lo dije, :P

  6. Personalmente, no puedo más con aquella de los dos que se quedan encerrados involuntariamente en alguna parte… ¡en la que no funcionan los móviles! Yo mismo la he escrito varias veces. Desde aquí proclamo que la próxima vez que alguien me la encargue caminaré desnudo por la Gran Vía durante una tarde lluviosa de domingo.

  7. A ver si se nos va a ir de las manos y nos quedamos sin series que hacer. Personalmente, me conformaría con que la justificación para estas tramas dejase de ser “es que así pasa en la vida real”. Vale para cualquier cosa y me pone muy nervioso.

  8. Escena: un personaje raja de otro ausente, delante del resto. El plano deja de mostrarnos la espalda del que habla y por supuesto, el “rajado” está detrás de él.

  9. Amor imposible entre chico y chica de distinta clase social o de la misma pero cuyas familias se odian, que son puteados hasta la saciedad y que allá por el capítulo 500 o por la 4aT consiguen estar juntos. Me molaría ver a los Romeo y Julieta de turno casarse en secreto en el capítulo 1 o huir y que fuese un escándalo escándalo que diría Rapahael en las familias y sociedad de la serie. Si huyen bueno vale de acuerdo nos quedemos sin protas, pero si se casan y se quedan en el barrio/pueblo/ciudad de la serie de turno sería muy interesante ver el percal que se monta y esas cosas xD
    Visto una vez vale pero cuando es tónica habitual ya sabes qué va a pasar y entonces es cuando pasan a molarme los puteadores de la serie como Vicente Cortázar por decir alguno xD! Todo esto desde el punto de vista de espectadora claro!

    Buen post!

  10. A mí se me ocurren varias más (amigo de la mili que se ha operado y se ha cambiado de sexo), pero seamos sinceros: ¿quién tiene los cojones suficientes para decir “yo no escribo esa memez, y si me obligas, me voy”? Porque yo llevo unos cuantos años en la profesión, y se pueden contar con los dedos de una mano…
    En concreto: ¿tú lo harías, o es un brindis al sol?

  11. Bien, me comprometo a ello. Aunque tenga que verme obligado a mendigar por la Gran Vía, o en Grácia, o en la Concha, o en la leonesa Plaza de San Marcos por donde pasan los peregrinos.

    Lo último, lo del aborto, lo hizo un director rumano en una película titulada “Cuatro meses, tres semanas, dos días”.

  12. Mullidito Escribano

    ¿Y la trama del predictor?
    Adolescente incauta tira su predictor a la basura. Su madre lo encuentra, ay, ay, ay, y al final o no está embarazada o es de la amiga malota.

    Si el personaje que usa predictor es adulto sí que estará embarazada, aunque sólo haya tenido sexo con ropa. Lamentablemente, perderá el bebé cuando reciba la cunita o el osito y, siempre, será cayéndose por las escaleras.

    1. Hay una interesante variante de esto. El predictor lo encuentra el padre de la adolescente y piensa que va a ser padre. Luego abuelo. Luego prefiere tiro en la nuca.

  13. Van a matar al prota, o al malo, parece que no hay ninguna salida, que va a morir de verdad. En ese momento, como espectador, piensas en cómo van a forzar las cosas para que se salve, ya que todavía quedan muchos episodios de la serie o bastante tiempo para que se acabe la película.

    Lo mismo pasa con las escenas “del último segundo”: Desactivar la bomba en el último segundo, rescatar al rehén justo cuando el malo va a pretar el gatillo, están a punto de pillar al prota intentando escapar de la cárcel, y parece que ya le han enmarronado, pero en el último segundo le da tiempo a colocarlo y todo y que no se den cuenta del túnel que ha hecho…

    Otra más: Películas con bandas callejeras chungas. Si entre ellos aparece un inocente chaval, buena gente, pacífico, inocente, seguramente hermano o hijo de algún pandillero… Sabes que antes o después morirá asesinado.

    Son recursos tan habituales que, que en las series, por ejemplo, la verdadera sorpresa te la llevas cuando parece que van a matar a algún personaje importante… Y finalmente muere sin poder salvarse en el último momento. Lo excepcional se ha convertido tanto en la norma que al final lo que nos sorprende es que una escena de este tipo termine de la forma más lógica.

  14. Yo añadiría un apunte a la trama sobre el aborto. Cuando queramos que el personaje aborte, usamos el truco del aborto natural (provocado generalmente por accidente de tráfico) así eliminamos de un plumazo tanto el boicot de asociaciones provida, como de asociaciones feministas que no ven con buenos ojos que una estudiante adolescente tenga un bebé.
    Y sí, es una salida de cobardes, pero bien que se usa.

    1. Un truco que no soluciona nada. Un aborto accidental, aunque sea más doloroso, no va mucho más allá -dramáticamente hablando- de otros accidentes de menor enjundia, como pillarse los dedos con la tapa de un piano (ojo, ironía!). Hay secuelas clínicas y un indudable poso de tristeza, si. Pero no hay ningún tipo de dilema moral: la protagonista no tendrá en ningún momento las dudas ni la angustia previas, como no habrá tampoco la ocasión posterior de arrepentirse o autoabsolverse. En su entorno todo será cariño y atenciones por su desgacia, en lugar de un grandísimo conflicto que te embronca con media familia. La pregunta de “¿cómo habría sido si…?” pierde un 80% de su potencial dramático. No es en absoluto equivalente, ni siquiera es un sustituto funcional. A efectos de la peripecia aún te puede servir de algo, pero si escribes desde los personajes toda la riqueza que te puede dar el plantear un aborto voluntario no te la va a dar uno accidental ni de coña. Si tanto se teme a las asociaciones pro vida mejor dejarlo estar y no autoengañarse con trucos que no van a ninguna parte. Yo no lo llamaría ni truco. Mejor que se enrede con el cable de la aspiradora y se rompa una pierna.

    2. ¿Y si yendo a la clínica para abortar tiene un accidente, perdiendo el bebé? ¿Y si nadie de su familia sabía que quería abortar? ¿No cambiaría la visión todo ese cariño y atenciones de la familia? ¿No habría cierto dilema ahí por parte de la chica (callar y aceptar los “mimos” o hablar y aguantar los reproches)? No sé, pregunto…

    3. Es ingenioso lo que propones, pero solucionariamos un caso. Un solo caso. ¿Y luego qué? Porque no vamos a estar repitiendo siempre la trama del “oportuno” accidente previo.

      Lo que quiero decir es que yo, particularmente, no tengo ningún interés a priori en que nadie aborte o deje de abortar. Ni más ni menos interés que el que pueda tener para que les de una diarrea. Si un aborto me sirve para llevar a los personajes al límite (en sus convicciones, en su vida social y familiar) bienvenido sea. Pero si no es así, si simplemente se trata de crearles un problema de salud, con una pulmonía ya me vale. Usar un aborto accidental para decir: “Que astuto soy, les he colado un aborto” me parece una victoria ridícula, una memez.

      Por mi experiencia te puedo decir que la única vez que me planteé el aborto de un personaje no fueron las asociaciones provida quien me tumbó la trama, sino la propia productora. Contaban con que la cadena pondría el grito en el cielo (y eso era seguro, porque era Canal 9 controlada por el PP valenciano: beatería a tope). Y eso que yo proponía que la chica desistiese, pero el simple hecho de que llegase a plantearse la posibilidad de hacerlo ya les espantaba. Y eso que habría dado mucho juego, porque al estar ambientada la serie en los 60 tenía que ser un aborto clandestino con todo lo que eso supone. Reduciéndolo a aborto accidental ¿qué me quedaba de todo eso?. Nada. Si no se puede no se puede, pero no nos busquemos más subterfugios y autojustificaciones.
      Saludos.

    4. Simplemente quería plantear que a los clichés también se les puede buscar una vuelta de tuerca. Pero estoy de acuerdo contigo, si el aborto (o lo que sea) no aporta nada (ni a la trama, ni a los personajes…) no tiene mucho sentido usarlo.

Los comentarios están cerrados.

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